El Barcelona, con una Alexia de récord, resiste ante un revolucionado Atlético | Fútbol | Deportes

Alexia Putellas celebra su gol junto a Guijarro y Mariona, en el partido entre el Atlético y el Barcelona.Chema Moya (EFE)

A Alexia Putellas le faltaba un récord por destrozar. El partido con el Atlético de Madrid se atragantaba y se hacía cuesta arriba, pero eso importaba poco. Al contrario; era un aliciente. Putellas buscaba la portería entre el muro de las rojiblancas, buscaba volver a hacer historia. Y anotaba el tanto que la convertía en la máxima goleadora del Barça con 182 dianas -por delante de Jenni Hermoso- en 404 partidos y 12 temporadas. Retomaba la corona, el trono y sembraba cierta calma en la costosa victoria a domicilio de las azulgranas con el 0-1. El Barça, a pesar de las dificultades, era imbatible. Y Alexia, una leyenda del club.

ATMFAtlético de Madrid Femenino
Atlético de Madrid Femenino

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Lola Gallardo, Andrea Medina, Ainhoa Moraza, Carmen Menayo, Merel van Dongen, Sonia Majarín, Estefanía Banini, Leicy Santos, Ana-Maria Crnogorcevic, Sheila Guijarro y Rasheedat Ajibade

FCBF FC Barcelona Femenino

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FC Barcelona Femenino

Cata Coll, Mapi León, Ona Batlle, Lucy Bronze, Irene Paredes, Keira Walsh, Patri Guijarro, Aitana Bonmatí, Alexia Putellas, Mariona Caldentey y Esmee Brugts

Goles 0-1 min. 51: Alexia Putellas.

Árbitro Zulema González González

Tarjetas amarillas Sonia Majarín (min. 46), Leicy Santos (min. 64) y Eva Navarro (min. 90)

Ana-Maria Crnogorčević volvía a verse las caras con su antiguo equipo. Ahora, por primera vez, su rival sobre el campo. Ahora, vestida de rojiblanca. Apenas habían pasado dos meses desde que el FC Barcelona rescindiera su último año de contrato. Y se reencontraban en un atragantado partido para las azulgranas, que sufrían sin la profundidad y desborde de Rölfo, ni la desequilibrante Hansen. No encontraban la portería ante un rival junto, ordenado y serio. En los últimos partidos cinco partidos entre el Barcelona y el Atlético, las culés siempre se habían impuesto. Esta vez la historia se repetía, aunque no sobre el césped del Civitas Metropolitano, y se conformaban con el Centro Deportivo Wanda en Alcalá de Henares que, con todo vendido, concentraba 2.700 espectadores.

El Barça salía a ganar. Debía hacerlo. Se jugaban mantener el liderato frente al Real Madrid, y el Atlético mantenerse entre los tres primeros. Las jugadoras bajo el mando de Jonatan Giráldez sabían que tenía un partido difícil, con un rival con una propuesta similar, jugadoras desequilibrantes y una buena proyección y constancia este inicio de temporada en comparación a años anteriores. La quinta jornada no debía atragantarse para las azulgranas. Pero lo hacía.

Y por eso apostaban por un once de gala. Con el rombo sobre el césped –Keira, Patri, Aitana y Alexia como nueve– por primera vez desde el inicio esta temporada, con Esmee Brugts con la responsabilidad de intentar suplir la ausencia por lesión de Hansen en el extremo derecho y con Cata Coll otra vez como titular, imponiéndose a Sandra Paños. Crnogorčević se abrazaba a sus excompañeras con una sonrisa antes del inicio. Comenzaba a rodar el balón para el Barcelona que, impreciso, buscaba algún hueco ante un Atlético más que despierto. Y frente a una Leicy Santos –”de dulce”, según su entrenador Manolo Cano–, que tiraba balones a la veloz Ajibade para centrarlos para Ana-Maria, que lo intentaba de cabeza, aunque con poca fuerza, antes del minuto diez.

Los tambores y cánticos animaban al Atlético en su casa. El Barcelona intentaba abrir hueco por la izquierda con Mariona, Patri y Ona. Insistían e insistían, pero no había manera. Ni los centros de Mapi León, ni la omnipresencia de Patri Guijarro o la insistencia de Alexia podían con la seriedad e intensidad de las rojiblancas. El área pequeña estaba protegida por la red de la veterana Van Dongen, Medina, Menayo y Moraza. Y en ocasiones, por las once jugadoras del Atlético. Pero las líneas se subían para el Barcelona a medida que avanzaban los minutos. Aumentaba la velocidad para las azulgranas, pero también para su rival. Ajibade metía la quinta marcha por la izquierda, y lo seguía intentando mientras se gustaba regateando. Las rojiblancas mantenían la cabeza fría, conservadoras, centradas en que el Barcelona no marcase.

Las del Barça miraban el reloj, no perdían el tiempo y pisaban el acelerador antes del descanso. Aún con el dominio del balón, el área de Lola Gallardo era un muro infranqueable. Mapi sangraba escandalosamente tras un golpe en la ceja durante un córner de sus rivales, pero regresaba rápidamente con un vistoso vendaje. Daba indicaciones nada más pisar el césped para intentar desatascar el partido. Pero llegaba el descanso, y faltaban velocidad, remates y portería para tantos centros.

Y el Barça parecía saberlo. El descanso había servido para revitalizar al Barcelona. Esmme era quien iniciaba la jugada de la victoria con un pase al hueco. Con tan solo 20 años encontraba a la perfección a una Patri siempre presente que ponía la asistencia a Alexia, que metía el balón en la portería para volver a hacer historia como máxima goleadora del Barcelona. Tras el gol, la veda se abría. Pero Alexia pedía calma: el partido aún no estaba en el bolsillo.

Salma Paralluelo reaparecía tras su último partido en el Mundial, y plantaba un disparo desde fuera del área que Gallardo atrapaba. Alexia se marchaba para dar paso a Oshoala. Y en los últimos diez minutos el Atlético despertaba y salía a la contra una y otra vez en busca del empate. El combustible era infinito. Gallardo subía los últimos tres saques de esquina. Pero ya no podían hacer nada contra Cata Coll. El Barça había salido a ganar, y lo hacía: capitaneado por Alexia y uno de sus goles. “El Barça es el mejor equipo”, decía Ana Mari días antes del partido. Y, sobre el césped y ya en el otro lado, volvía a comprobarlo.

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