La presencia de Juan Mata en Suzuka el pasado 24 de septiembre, durante la celebración del Gran Premio de Japón de Fórmula 1, en donde se le vio merodear los talleres del equipo Alpine, conversar con los mecánicos y alternar con los pilotos Pierre Gasly y Esteban Ocon, no fue casual. El futbolista español de 35 años, actualmente en las filas del club japonés Vissel Kobe, se interesaba por una parte de su patrimonio. Desde el pasado junio, Mata articula su entrada en la propiedad de la empresa Alpine Racing LTD, soporte del equipo de carreras que hasta hace poco Renalut controlaba al 100%. Desde junio, un 24% del capital de la compañía pertenece a Mata y a un grupo de socios que incluye a deportistas profesionales como el quarterback Patrick Mahomes, MVP de las dos últimas Superbowl, el golfista Rory McIlroy, el campeón mundial de boxeo Anthony Joshua, y el lateral del Liverpool Trent Alexander-Arnold.
¿Por qué comprar Alpine? La respuesta de Mata, por escrito, apunta a un negocio en expansión: “La Fórmula 1 está creciendo e innovando constantemente, cada vez llegando a conectar con más personas, y creo que es una buena oportunidad poder entrar en un ecosistema que genera tanta emoción a través de un equipo con historia como Alpine”.
Mata no especifica qué cuota de Alpine le pertenece. Lo que deja claro es que pone su dinero para explotar un filón. Fuente de riqueza por su potencial de crecimiento deportivo y mercantil, más que por la realidad de sus resultados en la pista. La marca francesa con sede en Cotswold, Inglaterra, acabó el mundial de constructores de 2022 en cuarta posición y ahora marcha sexta con apenas 90 puntos, muy por debajo de Red Bull (657), Mercedes (326), Ferrari (298), Aston Martin (230), y McLaren (219).
La escudería vive un permanente estado de convulsión desde que Fernando Alonso anunció su salida en el verano de 2022 y fue seguido por Alain Prost, una leyenda de Renault, que oficiaba de asesor, y que cargó contra el entonces CEO, Laurent Rossi. “Rossi”, señaló Prost en L’Équipe, “es el mejor ejemplo de un gerente inepto que cree que puede superar su incompetencia con su arrogancia y falta de humanidad”. El pasado verano, Luca di Meo, director general de Renault, despidió a Rossi y a la plana mayor del equipo en un proceso de reestructuración que todavía no concluye.
Devaluada la compañía, brilla la oportunidad de compra. Así lo determina Antonio Caçorino, CEO de Apex Capital, la empresa de inversiones fundada por Antonio Felix da Costa, campeón mundial de Fórmula E en 2020, a la que se ha unido Juan Mata para adquirir el 24% de Alpine a través de un complejo sistema de alianzas mercantiles. “Hay equipos que aceptan inversores con valoraciones inflacionadas”, señala Caçorino. “Alpine es una oportunidad única. Porque además es un equipo que tiene un fabricante que es Renault, que puede luchar por podios todos los años. Y te da una valorización de 765 millones de euros antes de nuestra entrada y 975 millones después, lo que es bastante justo. La dinámica de inversión tenía todo el sentido y la hemos hecho a través de Otro Capital”.
Otro Capital, empresa estadounidense de capital riesgo, filial de RedBird —la propietaria del Milan y una parte del Liverpool— ha canalizado a los inversores. Comenzando por Ryan Reynolds. El actor que protagoniza la franquicia Deadpool fue el primero en embarcarse en una travesía a la que han terminado por sumarse uno de los grupos más abigarrados de deportistas profesionales que se recuerda unidos en un proyecto empresarial. La estrategia de Renault, según The Financial Times, es clara: acaparar interés y visibilidad para desarrollar la mercadotecnia y atraer seguidores aprovechando la expansión espectacular que experimenta la Fórmula 1 en Estados Unidos.
La popularidad de la serie documental Drive to Survive, de Netflix, ha disparado el atractivo de las carreras en Norteamérica coincidiendo con un hecho sin precedentes. En 2023, Estados Unidos se convirtió en el primer país en la historia del deporte de los bólidos que acoge tres grandes premios en una sola temporada: Miami, Austin y Las Vegas.
26 millones de beneficios
“La Fórmula 1 experimenta un crecimiento sostenible”, explica Caçorino, que además de ser socio de Mata ha incorporado a su fondo de capital riesgo a pilotos como Carlos Sainz Júnior o Max Verstappen, y a futbolistas como Luuk de Jong o Daley Blind. “Esto no es un ride, un impulso momentáneo. La Fórmula 1 seguirá creciendo y nosotros con Otro Capital ayudaremos a Renault a desarrollar la parte comercial y de marca. Renault es un equipo con mucha experiencia en F-1. Lo que Otro Capital garantiza es mejorar la parte comercial en el mercado americano, donde Alpine era una marca que nadie conocía”.
Las cuentas que Alpine hizo públicas en 2022 señalan que el objetivo de la escudería es ganar el mundial. Indican además que los ingresos el año pasado alcanzaron los 249 millones de libras esterlinas, básicamente en concepto de premios y patrocinios, y que los beneficios después de impuestos ascendieron a 26 millones, algo menos que en 2021, cuando ganaron 29 millones.
“Los deportistas profesionales no han firmado un acuerdo comercial con Alpine”, señala Caçorino. “Son inversores involucrados que formarán parte orgánica del proyecto. Alpine busca el conocimiento y la red de relaciones que traen. Juan [Mata] puede ayudar, por ejemplo, a atraer espónsors españoles. La meta es hacer con Alpine algo parecido a lo que hizo Red Bull hace una década. Una nueva historia, una nueva marca, algo cool, especialmente en el mercado americano. Por supuesto, el primer objetivo es vender más coches. Luego monetizar la marca atrayendo más fans”.
Alpine, fundada en 1955 y relanzada como marca de coches en 2017, espera vender 4.200 coches en 2023.
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