El epicentro de la peor crisis de gripe aviar de la historia, con 250 millones de aves sacrificadas, se desplaza hacia Europa | Ciencia

La humanidad se enfrenta a la peor crisis de gripe aviar conocida. Desde el resurgimiento de la enfermedad en la temporada 2020-2021, al menos 250 millones de aves de corral han sido sacrificadas en todo el mundo para cortar los brotes de raíz, según los datos del epidemiólogo indio Vijay Dhanasekaran, de la Universidad de Hong Kong. Las cifras son inéditas: en este tiempo también se ha registrado la muerte de más de 100.000 aves silvestres, de 400 especies diferentes, con preocupantes saltos a mamíferos, como el observado en una granja peletera de visones americanos de la localidad gallega de Carral y la muerte masiva de lobos marinos en las playas de Perú. El nuevo subtipo de virus de la gripe aviar está por todas partes. El equipo de Dhanasekaran ha investigado la evolución del patógeno y alerta este miércoles de que “el epicentro” de la crisis se ha desplazado desde Asia hacia Europa y África. Y los expertos contienen la respiración ante el inminente inicio de los brotes típicos de noviembre, producidos por la llegada de aves migratorias desde las regiones árticas.

El linaje actual del virus se detectó en gansos de la provincia china de Cantón en 1996. Los virus de la gripe aviar poseen dos proteínas características en su superficie: la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N). Hay 18 tipos de H y 11 tipos de N, con multitud de combinaciones posibles. El virus del ganso de Guangdong era un H5N1 capaz de transmitirse rápidamente entre aves de corral, provocando una enfermedad hemorrágica con mortalidades muy altas, de más del 40%.

Dos subtipos diferentes de la gripe pueden coincidir en una misma célula de un animal, dándose un fenómeno denominado reagrupamiento genético, que genera un tercer subtipo, mezcla de los anteriores. El grupo de Dhanasekaran ha detectado episodios clave en la evolución del virus. En 2016 se originó en China un H5N8 especialmente virulento en patos. En 2020, surgió en aves de corral africanas un subtipo de H5N8 clasificado como 2.3.4.4b. En 2021, emergió por reagrupamiento genético en aves silvestres en Europa el subtipo H5N1 2.3.4.4b, que desde noviembre de aquel año ha provocado “brotes sin precedentes” en animales salvajes en cinco continentes, según destaca el estudio de Dhanasekaran, que se publica en la revista Nature.

“El desplazamiento del epicentro de estos virus altamente patógenos a nuevas regiones ha aumentado las oportunidades de que infecten a una gama más amplia de animales, incluidos los mamíferos”, advierte el epidemiólogo indio. El virus de la gripe aviar ya se ha detectado en focas, zorros, mapaches, pumas, linces y osos, entre otras especies. También ha saltado excepcionalmente a humanos, como en el caso de una niña de 9 años que estuvo a punto de morir tras convivir con gallinas enfermas en una aldea de Ecuador, a finales de 2022. “Las infecciones repetidas en mamíferos, también en humanos, incrementan las posibilidades de que el virus se adapte, aumentando la probabilidad de una pandemia”, alerta Dhanasekaran.

El equipo ha analizado los genomas de 10.000 virus y ha investigado los brotes registrados desde 2005 por la Organización Mundial de Sanidad Animal y Naciones Unidas. Los autores subrayan que la omnipresencia del virus en las aves silvestres ha acelerado la velocidad de dispersión del patógeno y ha multiplicado el riesgo de reagrupamiento genético. “Existe una amenaza perpetua de que el virus salte a los humanos. Esto se debe principalmente a la capacidad del virus para evolucionar rápidamente. Puede adquirir mutaciones que le ayuden a adherirse mejor a los receptores de las células humanas, o puede adquirir la capacidad de transmitirse por aerosoles”, explica Dhanasekaran. “La mayor preocupación es el reagrupamiento genético de un virus H5 [de las aves] con virus de la gripe humana, que es lo que ocurrió en pandemias previas, como las de 1957 y 1968″, señala el científico indio.

El ornitólogo peruano Víctor Gamarra advierte de que la actual panzootia —el equivalente animal de una pandemia— ha afectado a “cientos de miles de aves silvestres” en el mundo. El primer caso de H5N1 en Perú se detectó en un pelícano el 13 de noviembre de 2022. El brote se diseminó rápidamente por la costa y a mediados de marzo ya se habían encontrado al menos 100.000 aves salvajes muertas, pertenecientes a 24 especies, algunas de ellas amenazadas, según ha detallado el equipo de Gamarra en un reciente estudio. El patógeno mató al 20% de los pelícanos de las áreas marinas protegidas de Perú. El ornitólogo subraya que las cifras totales serán muy superiores, porque sus estimaciones no incluyen lo ocurrido fuera de las áreas protegidas, donde las muertes podrían haber alcanzado el medio millón.

“El virus se ha propagado por toda Sudamérica. Y ya no son solo aves, sino que son miles y miles de lobos marinos muertos desde la costa del Pacífico al Atlántico”, lamenta Gamarra, investigador del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. “La situación se puede poner más delicada con la nueva migración de aves que dentro de poco se iniciará. Podría ocurrir una recombinación del virus y quizás hablemos de una segunda ola en Sudamérica”, alerta. “Este virus tiene una velocidad de diseminación bastante rápida, así que estudios como el de Dhanasekaran se pueden quedar desactualizados. Esa es una gran amenaza de este virus: no estamos preparados para poder contrarrestar su velocidad”.

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