Sadiq Khan (Tooting, 53 años) pronostica para EL PAÍS que el Real Madrid ganará tres a uno al Borussia Dortmund, en la final de la Champions que se celebra este sábado en Londres. Futbolero, del Liverpool F.C., aventura además que Jude Bellingham marcará al menos un gol, y que él lo celebrará también abriendo ampliamente los brazos, el gesto clásico del jugador inglés.
Ha sido reelegido hace apenas un mes alcalde de Londres para un tercer mandato. Todo 2024 ha sido un año de tensión controlada, con manifestaciones semanales en la capital en contra de los bombardeos de Israel en Gaza. De origen paquistaní, el primer musulmán al frente de la metrópoli ha sabido afrontar con calma las acusaciones de la derecha, que decía que Khan estaba controlado por los islamistas radicales.
No ha habido graves incidentes durante este tiempo. El alcalde ha logrado templar los ánimos. Ahora quiere convertir Londres en la capital mundial del deporte. No solo con fútbol. Pero el primer reto es que el partido del sábado, y las celebraciones posteriores, salgan perfectos. Ya se han aprendido las lecciones de la desastrosa final de la Eurocopa de 2021, cuando miles de hinchas ingleses reventaron las puertas de acceso a Wembley y a punto estuvieron de provocar una tragedia.
Pregunta. Londres, capital del deporte. Una propuesta ambiciosa para un país cada vez más aislado.
Respuesta. Como amante de los deportes que soy, sé lo importantes que son, porque sirven para unir a la gente. Quiero que Londres sea la capital deportiva del mundo, con la celebración de la final de la Champions, once años después, pero también con otras competiciones como criquet, tenis -con Wimbledon-, con la Liga de Diamante de atletismo, con béisbol o fútbol americano. Me encanta poder oír por la calle el acento español, el alemán o el de Oriente Medio.
P. Usted ha combatido el Brexit hasta cuando en su partido, el Laborista, ya no quieren hablar de ese asunto. Lo cierto es que cuando uno escucha por Londres a los aficionados españoles o alemanes, tiene la sensación de regreso a casa.
R. Este país dejó la Unión Europea, pero no hemos abandonado Europa. Londres es una ciudad europea. Tenemos muchos londinenses que son de origen español, alemán, italiano, polaco o checo. Son londinenses, sí, pero también se sienten orgullosos de ser españoles, italianos o alemanes. En el fútbol pasa lo mismo: puedes tener jugadores de distintas razas, etnias o religiones. Da lo mismo. Si tienen talento, los aficionados los adoran.
P. La final de la Eurocopa en Wembley, en el 2021, pasará a la historia como un acontecimiento infame. ¿Lo de este sábado es una oportunidad de recuperar el prestigio perdido?
R. El modo en que se comportaron fuera del estadio fue inaceptable. Pero no eran aficionados, eran hooligans, y se saltaron la ley. Aquellas fueron lecciones muy importantes, y las hemos aprendido. La Asociación de Fútbol de Inglaterra, la UEFA, el Ayuntamiento o Wembley, todos hemos trabajado intensamente para demostrar que hemos mejorado. Hemos destinado millones de libras a mejoras, como tornos de seguridad más eficaces, cientos de asistentes y de voluntarios. La policía también está trabajando intensamente. Por eso les digo a todos los que vienen a Londres: disfrutad del fútbol y de las fiestas que hemos organizado. No os molestéis en venir si es para provocar disturbios.
P. ¿Teme que haya nuevas protestas contra Israel durante el fin de semana?
R. La clave de la democracia es el derecho a protestar. Es importante que la gente pueda hacerlo, mientras sea pacíficamente, cumpliendo la ley y sin poner en juego la seguridad de los demás. Mientras yo sea alcalde, así seguirá siendo. Pero sin comportamientos antisemitas o islamófobos. Confío en que un acontecimiento deportivo tan maravilloso como es la final de la Champions no sea transformado en una protesta política. Espero que las únicas banderas que ondeen fuera de Wembley sean las del Real Madrid o las del Borussia Dortmund.
P. ¿Se atreve a pronosticar resultado?
R. El Real Madrid va a ganar tres a uno, y Jude [Bellingham] marcará un gol. Y lo celebrará con su gesto particular, y yo con él. Ya lo he practicado. Lo quise hacer cuando gané de nuevo la alcaldía, pero mi equipo no me dejó.
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