Blue Lights es un excelente ejemplo de que la calidad de una serie de televisión no depende del poderío de su producción ni del alarde de los efectos especiales, depende básicamente del talento de sus guionistas, de la sobriedad de la realización y de unos intérpretes alejados del divismo. Los seis capítulos de su primera temporada es toda una definición del buen hacer de Declan Lawn y Adam Patterson, sus creadores y guionistas, apoyándose en una excelente interpretación de Sian Brooke, Katherine Devlin, Nathan Braniff y Richard Dormer, entre otros.
La trama es sencilla: el trabajo cotidiano de los policías de una comisaría de Belfast, la capital de Irlanda del Norte, con especial protagonismo de tres agentes novatos y su capacidad de reacción ante los problemas de la ciudad. Blue Lights (Movistar Plus+) es una serie de 2023, un dato a tener en cuenta. Han pasado muchos años desde el último y sangriento atentado del IRA provisional, la lucha política entre católicos y unionistas es ya parte del pasado, o al menos está calmada. Los problemas ahora son más prosaicos y, sin duda, universales: hablamos de mafias locales y tráfico de drogas, de delincuentes y policías. Y son a esos problemas a los que tendrán que enfrentarse los policías veteranos y novatos.
Nada nuevo bajo el sol pero con una virtud: un estilo narrativo sencillo, sin necesidad de recurrir a gestos heroicos y desde la convicción de que la institución policial puede ser criticada al mismo tiempo que resulta imprescindible, es decir, sin las declaraciones demagógicas de la derecha y la extrema derecha española tan proclives a denunciar la paja en el ojo ajeno sin admitir la viga en el propio.
Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Recibe el boletín de televisión
Todas las novedades de canales y plataformas, con entrevistas, noticias y análisis, además de las recomendaciones y críticas de nuestros periodistas
APÚNTATE
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites
_